Todo comienza a tomar forma, debido al proceso de expansión territorial, labor que se debe a los cateadores, que desde Copiapó se internan en el desierto de atacama aprovechando así que el estado boliviano se centra en la explotación del guano y salitre. El guano que era la principal riqueza de exportación de Perú y Bolivia, mientras tanto chile exportaba plata y trigo. El trabajo hecho por cateadores trajo la adquisición de la propiedad de los yacimientos, además la explotación del guano y luego del salitre se convirtieron en atracciones para los chilenos, en la costa sur del Perú. Debido a estos intereses el estado chileno asume la misión de resguardar tales intereses privados y estatales de la economía nacional.
En 1866 se establecen los límites entre los países, quedando los paralelos 23 y 25 como zona económica compartida, el tratado de 1874 mantuvo la frontera en el paralelo 24 y chile renuncio a los derechos que poseía en tales terrenos, Bolivia se comprometió a no subir impuestos a la exportación salitrera de empresas chilenas, sin embargo en 1879 Bolivia aumenta en 10 centavos el impuesto a cada quintral de salitre, la compañía de salitre y ferrocarril de José Ossa se niegan a aceptar tal imposición, Bolivia determina embargo a las propiedades, así tropas chilenas ordenan la ocupación militar de Antofagasta. Se conoce un tratado secreto de asistencia militar entre Perú y Bolivia, llevando esto a que chile le declarara la guerra a ambos países. En 1873 se firma tal acuerdo o más bien tratado entre Bolivia y Perú, sin embargo hasta 1870 la explotación minera en territorios del norte grande se desarrolla en buena forma, entre particulares chilenos, bolivianos y peruanos para la inyección de capital, pero más tarde se inicia una crisis económica mundial afectando a los países sudamericanos también, desatándose guerra entre chile y Perú. Finalizada la guerra del pacifico la zona salitrera se incorpora a chile.

Al parecer la guerra solía ser la solución al conflicto, generado de cierta forma por economía, ya que era tan difícil crecer para todavía en esa época, que si conseguir el recurso que reportaba avances a esta, significaba guerra, era algo casi inevitable. Ahora bien el conflicto, ya quedo en tiempo más que pasado, la diferencias parecería que tendrían termino al finalizar la guerra, pero por lo visto hasta el día de hoy, continúa la recriminación o el rechazo que se provocan los tres vecinos países entre sus respectivos ciudadanos, constantemente hay reclamos políticos, no son cosas diarias pero, de que salen a flote salen cosas como el mar con Bolivia, un tema de años, o el caso de que los peruanos no recibirían a chilenos en su país, o también el tema del Huáscar, ¿devolverlo o no a Perú?, sin embargo, este hecho trajo muchas reacciones y solo logro acrecentar las diferencias con el país vecino. Entonces es claro de que los conflictos políticos que se arrastran de años, aún no se dan por terminados y que son motivos que hoy la gente tiene para rechazar a quien no es de su territorio, no tan solo ocurre en Sudamérica, si no que en todo el mundo. Evidenciado de que el carácter político influye en cierto grado en el trato que se puede dar entre las personas de diferentes naciones. Increíblemente las diferencias nacen de asuntos que buscan el bienestar de uno, sin importar la enemistad que resulte, hoy aunque se diga a todos de que existen tratos o pactos pacíficos continúa la discriminación, algo que cada vez parece ser más imborrable.