lunes, 8 de octubre de 2012

HISTORIA DE CHILE

Pueblos originarios de Chile

Aymara



La civilización Tiwanaku, que se desarrolló 2.000 años a.C. suele considerarse como el primer estado aymara. Al momento enfrentar al imperio incaico, en 1430, el pueblo aymara estaba dividido en varios estados, situación que fue aprovechada por los invasores. La última comunidad independiente aymara fue la de Lupakas.



Este pueblo se dedica a la agricultura y la ganadería, y se ubica en la región que va desde el lago Titicaca, pasando por los faldeos cordilleranos, hasta el noreste argentino. En Chile se le puede ver en la Región de Tarapacá y, en menor proporción, en la Región de Atacama. Los aymara que habitan el Altiplano crían ovejas, llamas, ganado y alpacas, pero tienen pocos cultivos. Por su parte, quienes viven en la precordillera han podido desarrollar la agricultura mediante el antiguo sistema de terrazas, cultivando papas, cebada y quinoa. Es por eso que los pastores y agricultores intercambian sus productos entre sí.
Hay dos tipos de comunidades aymara:
•La ayllu, que es la comunidad andina altiplánica tradicional, formada por un conjunto de aldeas pastoriles, cada una de las cuales se compone de varias familias.
•La comunidad campesina precordillerana, ubicada en torno a una iglesia que tiene una plaza y algunos edificios públicos, siguiendo el modelo español.

El censo de 1992 registró a 48.477 aymaras, de los cuales sólo 2.397 residen en sus territorios originarios, ubicados en las provincia de Parinacota-Putre y General Lagos. En la precordillera de Iquique existen tres comunidades aymara que viven en la zona desde hace 1.000 años.


Kolla

Los kollas viven en el norte de Chile, ocupando aguadas y quebradas de la cordillera de la provincia de Chañaral (Región de Atacama), entre las ciudades de Potrerillos, El Salvador, Diego de Almagro y Copiapó. Se cree que ingresaron a nuestro país, primero durante los últimos años del imperio de Tiwanaku, en el siglo X, y más tarde durante la Guerra del Pacífico, desde el norte de Argentina.

Antiguamente existían 12 estados aymara situados en las orillas del lago Titicaca, en Bolivia, entre los cuales destacaban los kollas. Estos detentaban el poder político y tenían sometidos a los puquinas, antigua población nativa del área. Durante el siglo XV; sin embargo, fueron invadidos por el Inca Wiracocha. Luego se produjo una gran rebelión kolla que fue aplastada por el Inca Tupac Yupanqui.
Los kollas actuales hablan además del castellano, el aymara y el quechua, idioma de los incas. Basan su sustento en la ganadería y en menor medida en la agricultura y la minería. En los meses de abril y mayo se aparea el ganado de ovejas y cabras. En verano se dedican a la producción de quesos, cuando las hembras están paridas. Durante la primavera se trasquilan los animales. Y en invierno, cuando las actividades agrícolas y pastoriles son escasas, se hila y se teje.
Los kollas, al igual que los aymara, por provenir de los mismos ancestros, veneran a la Pachamama, Madre Tierra, generadora de vida y que sabe cuándo, cómo y por qué deben suceder las cosas. Sus sacerdotes son llamados yatiri y son elegidos a través de los sueño. Ellos curan enfermedades y dirigen las rogativas y ceremonias, que tienen lugar de preferencia en los cerros y en los lugares de mayor altura.

Rapa Nui

Rapa Nui es el nombre originario de la Isla de Pascua, lugar mundialmente conocido por los colosales moais, gigantes de piedra volcánica construidos por los ancestros de este pueblo. Estas misteriosas esculturas miden en promedio 4 metros de altura, a excepción del moai Paro, que alcanza los 10 m. Se dejaron de construir debido a crisis internas originadas por disputas de poder y escasez de alimentos en la isla.

Esta isla triangular tiene volcanes situados en sus tres puntas, el Rano Kau, el Maunga Terevaka y el Poike.
Según la tradición local, el primer colonizador de Rapa Nui fue el antiguo rey Hotu Matu'a, quien llegó con un grupo de personas desde islas polinésicas cercanas. Él sería el responsable de fijar la organización social y las normas legales que rigen su sociedad. Su idioma es llamado Vananga Rapa Nui, y su escritura ceremonial, Rongo Rongo, ambos relacionados con la cultura polinésica.
A pesar de las variaciones que sufrieron las ceremonias y creencias ancestrales de este pueblo, los conceptos de Mana y Tapu han persistido hasta nuestros días.
El Mana es la magia o poder sobrenatural y está en manos de los espíritus y sólo de algunos iniciados. Cualquier objeto puede contagiarse con esta magia, sobre todo las personas que viven con hombres poderosos.
En la llamada fase expansiva se produjo una inusual devoción religiosa, relacionada con el culto a los ancestros. En tal período se llevó a cabo la construcción de unos 300 altares ceremoniales y cerca de 600 moais: el poder de los sacerdotes y de la nobleza se encontraba en su plenitud. Luego sobrevino la crisis política y la hambruna; a esta etapa se le llamó fase decadente. Las peticiones de los Rapa Nui a los dioses, entonces estaban ligadas a la adquisición de alimentos. El culto al dios Make Make, relacionado con la fertilidad, surge en este período.

Mapuche
Los mapuches o “gente de la tierra” fueron quienes opusieron una mayor resistencia a la dominación europea en América. Contribuyó a esto la ausencia de una autoridad central, ya que los jefes o lonkos estaban dispersos en el territorio. Asimismo, aunque las comunidades eran autónomas entre sí, respondían como nación a la defensa de su territorio. Sus luchas contra los españoles fueron inmortalizadas en “La Araucana”, el famoso libro de Alonso de Ercilla. Actualmente constituyen uno de los pueblos originarios más numerosos, con una población cercana al medio millón de individuos.
De acuerdo a la cosmovisión mapuche, existe un equilibrio entre Ngenechen, dios de la vida, la bondad y la creación, y Wekufu, dios de la muerte y la destrucción, al que atribuyen la llegada de los españoles. En sus ceremonias incluyen instrumentos musicales como la trutruca y el kultrún. Su idioma es el mapudungún.

Quechua
Los quechuas son los descendientes de los incas. En nuestro país ocupan el territorio que va desde Caquena por el norte, hasta Parinacota por el Sur-Este y Putre por el Oeste, compartiendo con los aymaras la zona precordillerana y altiplánica. Como en el pasado los quechuas dominaban a los aymaras, tienen muchas características culturales comunes con ellos.
Su arribo a Chile data de entre 1443 y 1470, fecha en que alcanzaron a llegar hasta el río Maipo, bajo el reinado de Tupac Yupanqui.
Los idiomas quechua y aymara vienen de una lengua común llamada Quechumara.
Los quechuas han abandonado prácticamente su idioma, pues lo usan sólo para los rituales religiosos, mientras que para comunicarse usan el aymara.

En Chile, actualmente hay alrededor de 3.436 quechuas, mayoritariamente en la Segunda Región. Se dedican sobre todo al comercio y la minería, siendo trabajadores asalariados y un porcentaje mucho menor vive de la agricultura y la caza.

Atacameños
Los Atacameños o likanantai viven en los oasis, valles y quebradas de la provincia del Loa, en el norte de Chile (II Región). Sus principales centros ceremoniales son Caspana, Peine, Socaire, San Pedro de Atacama y Toconao. Ellos provienen de antiguos cazadores y recolectores que se adaptaron a la zona gracias a las favorables condiciones que ofrecía la cuenca del río Loa. Esta cultura alcanzó un gran desarrollo en el siglo XV, antes de la llegada de los incas. Ancestralmente se destacaron en la metalurgia, alfarería, textilería y técnicas de cultivo de la tierra en terrazas. Este pueblo, al igual que aymaras y kollas, forjó su identidad después de la desintegración de Tiwanaku, cuando los pueblos altiplánicos se dividieron en varios reinos.

Kawéskar
Los kawésqar o alakalufes eran cazadores nómades que se alimentaban de lobos marinos, nutrias, focas y ballenas, en los fiordos y canales del extremo sur de nuestro continente. Sus canoas eran muy importantes para ellos, que recorrían el archipiélago sur de Tierra del Fuego en busca de su sustento. Eran de baja estatura y muy fuertes de la mitad para arriba, aunque un poco más débiles de la mitad para abajo, ya que para remar, cazar, o bucear, necesitaban mayor fuerza en los brazos y el tronco que en las piernas. Esto los diferencia de los altos cazadores terrestres de la Patagonia: los aonikenk (tewelches) y de los selk'nam (onas), que podían medir hasta dos metros de altura. Sus casas eran toldos desmontables cubiertos con cuero de lobo marino.

Yagán
 Los yaganes vivían en el extremo sur de América, igual que los kawéskar, en el Estrecho de Magallanes. Para cazar usaban un arpón de casi tres metros de largo al que adosaban una punta de hueso de pescado dentada, por uno o ambos lados. Sus flechas tenían punta de piedra, aunque sustituyeron dicho material con el vidrio en el siglo XVIII. Eran nómades y vivían de la caza y la pesca. Usaban brazaletes hechos con cuentas de huesos de aves y conchas; los varones lo usaban sólo en los tobillos, y las mujeres también en las muñecas.

 Las mujeres yaganes eran diestras artesanas y fabricaban cestos, bolsas de cuero y vejigas, utilizadas como recipientes, además de lazos hechos de barba de ballena.

Diaguita

Casi nada queda hoy día de las tradiciones y la cultura diaguita, ya que fue rápidamente absorbida por la sociedad criolla hispana. Sun integrantes eran agricultores y diestros alfareros, y vivieron entre los siglos VIII y XV d.C. También se dedicaban a la ganadería y al comercio con los pueblos vecinos. Cultivaban el maíz, la teca, los porotos y la calabaza. Domesticaron la llama y el guanaco, animales que les fueron muy útiles en el transporte y la carga para comerciar. Probablemente llegaron desde el otro lado de la cordillera para establecerse en los hermosos valles del Norte Chico en Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí y Choapa. Su arte cerámico es muy conocido, destacándose por una bonita decoración de líneas rectas, en zigzag y con triángulos adosados a una línea. Generalmente escogían el blanco, rojo y negro para decorar sus cerámicas.



Descubrimiento y conquista de Chile




En Julio de 1535, salieron del Cuzco Almagro y sus hombres rumbo al sur. La caravana llegó a Tupiza, donde descansaron alrededor de dos meses preparando el resto de la expedición. Luego continuaron a Chicoana y desde allí atravesaron la cordillera de los Andes rumbo a "Chili".
El paso de la cordillera fue desastroso, testigos de la época señalaron que a muchos soldados se les congelaron los pies y a otros se les desprendían los dedos al sacarse las botas. Los mayores sufrimientos recayeron sobre los nativos que caminaban descalzos. El camino quedó plagado de cadáveres de indígenas muertos de frío. El 21 de Marzo de 1536 Almagro llegó al valle de "Copayapo", hoy denominado Copiapó, la capital de la tercera región de nuestro país. Luego avanzaron hacia el sur para instalarse en el valle del Aconcagua. Desde allí, Almagro y sus hombres salieron a buscar las riquezas que los indígenas habían asegurado que existían. Sin embargo, una de las expediciones que iba al mando de Gómez de Alvarado se enfrentó por primera vez con el pueblo mapuche, cerca del río Itata, en la batalla de Reinohuelen. Finalmente Almagro regresó a Perú y su expedición no prosperó.




Luego de la muerte de Almagro, en abril de 1539, Pedro de Valdivia era nombrado por Pizarro Teniente Gobernador de Chile. De inmediato el conquistador levantó bandera de enganche en la plaza mayor del Cuzco para inscribir a los que deseaban partir junto a él en esta nueva empresa de conquista.
A mediados del mes de Diciembre de 1540, Valdivia estaba en el Valle del río "Mapuchu", hoy el lugar que ocupa Santiago, la ciudad capital de Chile.
El primer campamento de los españoles se levantó en dicho territorio y, al mismo tiempo, Valdivia organizaba grupos de reconocimiento del lugar y establecía relaciones con los picunches, habitantes del valle, quienes aparentemente tenían una actitud pacífica.
Valdivia decidió fundar Santiago en medio de un pequeño terreno rodeado por dos brazos del Mapocho y a los pies del cerro que los indígenas llamaban "Huelén" y que hoy conocemos como Santa Lucía. Este lugar le pareció perfecto para sus intenciones; era protegido, tenía agua suficiente para los cultivos, tenía un pequeño cerro que permitía la vigilancia de todo el valle, y además, gozaba de un clima muy parecido al de España, lo que gustó mucho a Valdivia y a sus hombres.




Descripción exacta, breve y completa del Nuevo Mundo y Perú es el nombre de esta carta realizada en 1554 por el cosmógrafo Jean Bellére. Por primera vez se denomina Chile a un extenso territorio. Se muestra la extensión de la Cordillera de los Andes.
Los pueblos originarios, totalmente descontentos con la conquista española, comenzaron a atacar las zonas en que los españoles sacaban oro y mantenían sus chacras: atacaron Con-Con y, en septiembre de 1541, Michimalonko organizó un fuerte ataque a la ciudad de Santiago, donde los españoles fueron derrotados y la pequeña aldea, fundada algunos meses atrás, completamente destruida.

Epoca Colonial
El Chile colonial (o simplemente como La Colonia) es el nombre dado al período de la historia de Chile comprendido entre los años 1598 y 1810. El periodo abarca el desarrollo del Reino de Chile, territorio bajo soberanía del Imperio Español, después del llamado desastre de Curalaba que marcó el fin del período de la Conquista de Chile. La época colonial terminó en 1810 con la instalación de la Primera Junta de Gobierno de Chile, presidida por Mateo de Toro y Zambrano, dando paso al proceso de independencia de Chile.


En este periodo se formó un gran sincretismo racial y cultural, que se originó con la convivencia de españoles e indígenas. Esta época se caracterizó por la creación de una organización institucional muy compleja, el mestizaje y el sincretismo cultural que darían origen a la sociedad chilena como tal.
Desde España el máximo soberano de las colonias era el rey, la cabeza de una monarquía absoluta, bajo su mando habían dos formas administrativas: el Consejo de Indias y la Casa de Contratación. El Consejo de Indias era un organismo ubicado en Sevilla, creado en 1524. Su función era asesorar al rey en el nombramiento de funcionarios destinados a América y en la creación de leyes; vigilar la aplicación del derecho a patronato (derechos de la Iglesia Católica para el nombramiento de autoridades eclesiásticas y definir lugares para construir templos, monasterios, etc.) y realizar juicios de residencia (evaluación al terminar su mandato). La Casa de Contratación fue creada el año 1503 en Sevilla. Se encargaba supervisar el monopolio comercial que España tenía sobre Chile y sus otras colonias, además de vigilar la llegada de colonos a América.
En América el máximo representante del rey era el virrey, quien tenía atribuciones judiciales y administrativas. Bajo su mandato, en su caso, estaban los gobernadores y capitanes generales. La Capitanía General de Chile estaba dirigida por el gobernador y capitán general, quien se mantuvo durante gran parte del periodo bajo supervigilancia –superior gobierno del virrey del Perú, tenía funciones gubernativas, militares y económicas. Su deber era velar por la seguridad del territorio y ejercer el vicepatronado (ejercía el real patronato en situaciones más cotidianas). También se encargaba de presidir la Real Audiencia, máximo tribunal de justicia en territorio chileno, integrado por cuatro jueces u oidores, que actuaba como órgano asesor del gobernador, y que asimismo ejerció su cargo en caso de vacancia. Además, por la división del territorio en provincias, había un número plural de corregidores, que tenían similares atribuciones que el gobernador pero en un territorio más reducido, actuando como teniente de gobernador y capitán a guerra. Y por último estaba el cabildo, organismo que representaba y defendía los intereses de los vecinos españoles.
En el siglo XVIII España cambió de casa dinástica, siendo los Habsburgos reinantes, reemplazados por los Borbones. Ellos hicieron muchos cambios para intentar mejorar el sistema colonial, basados en el despotismo ilustrado, los cuales podemos clasificar en:

Económicos: Para el buen funcionamiento del monopolio comercial se necesitaba terminar con el contrabando, por lo que los Borbones abren más puertos, como el de Valparaíso y Talcahuano, aumentando la variedad de productos y permitiendo el comercio entre colonias, antes prohibido.
Administrativos: Para hacer más eficiente el gobierno, los Borbones deciden crear unidades políticas y administrativas más pequeñas. Surgen las intendencias, división de las capitanías generales, entre ellas la Concepción y la Santiago. Además, con el mismo fin se fundan ciudades como Los Andes y San Felipe.
En el siglo XVIII Chile tuvo importantes gobernadores, muchos de los cuales llegaron a ser virreyes de Perú. Por ejemplo, el irlandés Ambrosio O'Higgins. Padre de Bernardo Ohiggins Riquelme, apodado "padre de la patria"
A la cabeza de la rígida estructura social estaban los españoles, grupo minoritario de la sociedad colonial, pero dominante de la aristocracia. Ellos ocupaban importantes cargos públicos y del ejército. Sus descendientes en estado puro o casi puro (y legítimos) se llamaban criollos, también, gran parte de ellos, de la aristocracia. Estos eran los dueños de las tierras y dominaban la mayoría de las actividades productivas. Algunos integrantes de este grupo con fuerte poder socio-económico, pero no político, lograban ocupar cargos públicos, pero de mediana o poca importancia. Al terminar el período de la Colonia, la mayor parte de este grupo era de origen septentrional (castellano y vasco principalmente). Debajo de esta aristocracia (de origen español septentrional) se encontraba una incipiente "clase media", principalmente de origen español meridional (andaluz y extremeño principalmente). El grueso de la población colonial eran mestizos, nacidos de relaciones español-indígena o criollo-indígena, aunque al avanzar el período colonial, y con la extinción de los indígenas en las áreas bajo dominio español, sigue su curso el proceso de mestizaje, esta vez entre blancos y mestizos (aumentando así el porcentaje de sangre española en la población que habitaba estas áreas). Los mestizos trabajaban en diversas labores, como artesanos, militares de bajo rango, pequeños comerciantes, etc., aunque principalmente en la agricultura (como mano de obra, a través del "inquilinaje", institución que a su vez reemplazó a las "encomiendas" debido a la extinción de los indios en las áreas bajo dominio español). Por la inexistencia de una legislación que los protegiera, a pesar de ser libres, eran fuertemente discriminados, por lo que no participaban en actividades políticas ni administrativas. Los indígenas, denominados "indios" (también llamados "naturales") eran considerados menores de edad, por lo que existía una legislación que, a diferencia del grupo anterior, los protegía. Pero a pesar de eso no fueron muy respetados ni tuvieron derecho a participación política. Al llegar el siglo XVIII se produjo su extinción en las áreas bajo dominio español. El único grupo en la escala social que estaba más abajo que ellos, pero en presencia muy reducida, eran los esclavos negros, quienes se encargaban de los trabajos domésticos. Al terminar el período colonial, los negros en estado puro o casi puro representaban un pequeñísimo porcentaje de la población{Sergio villalobos - Historia del Pueblo Chileno}, no así los "pardos" (mulatos y zambos).

Durante la colonia, la educación fue una tarea encabezada prioritariamente por congregaciones religiosas y, en menor medida, por los cabildos. En ellos se enseñó a leer y a escribir, más algunos rudimentos de aritmética y catecismo. Pero la real educación era más enfocada a las áreas aristocráticas del país como lo eran los españoles e hijos de españoles en Chile, aunque existen registros de escuelas hechas para formar mano de obra, y a las mujeres enseñar prácticas de costuras, todas estas dirigidas por órdenes religiosas como los jesuitas y dominicos entre otros. Los sacerdotes eran las personas más cultas de la época; por eso, la enseñanza tuvo una sólida base religiosa. Ellos impartían la educación, destinada a los niños de las familias adineradas. También en este periodo las órdenes de los mercedarios y franciscanos formaron escuelas en Concepción, Osorno, La Imperial y Valdivia.

La mayoría de las grandes ciudades llegaban a tener colegios que impartían la educación secundaria con el auspicio eclesiástico, estos ingresos provenían de donaciones, su objetivo era formar gente letrada en el área sacerdotal (seminarios). Para la corona, toda comuna debía sostener una o más escuelas primarias, pero las rentas municipales resultaban por lo común escasas, y en las postrimerías del régimen colonial el número de escuelas públicas normalmente era nulo.

Independencia de Chile
La independencia de Chile corresponde al proceso histórico que permitió la emancipación de Chile del Imperio español, acabando con el período colonial y dando inicio a la conformación de una república independiente.
Usualmente, la historiografía define este período como aquel comprendido por el establecimiento de la Primera Junta Nacional de Gobierno el 18 de septiembre de 1810 y la abdicación de Bernardo O'Higgins al cargo de Director Supremo, el 28 de enero de 1823. Este periodo es además subdividido en tres etapas importantes: la llamada Patria Vieja (de 1810 a 1814), la Reconquista o Restauración Monárquica (entre 1814 y 1817) y la Patria Nueva (de 1817 a 1823). En tanto, el territorio de Chiloé sería recién incorporado en enero de 1826.
Oficialmente, la independencia de Chile fue declarada a través del Acta de Independencia de Chile, jurada oficialmente el 12 de febrero de 1818. Esta declaración sería reconocida por España el 24 de abril de 1844.
En el año 1808, el imperio español vivía en un creciente estado de agitación. A Chile llegaron las noticias de la invasión napoleónica a España y el cautiverio de Fernando VII. Paralelamente, asumía Francisco Antonio García Carrasco Díaz el cargo de gobernador de Chile. García Carrasco era hombre de modales toscos y carácter autoritario, razones ambas que le enajenaron la simpatía de la aristocracia local. Ya en Chile había antecedentes de agitación independentista (concretamente el pintoresco motín de los Tres Antonios), pero parece ser que García Carrasco magnificó el problema tomando diversas medidas arbitrarias, incluyendo el arresto de connotados ciudadanos y su remisión a Lima. Esto, sumado a su involucramiento en un bullado caso de contrabando, motivó la presión para que renunciara, lo que por fin se consiguió en 1810.
El militar más antiguo de Chile en esa época era Mateo de Toro y Zambrano, por lo que éste tomó interinamente el mando.[3] Pero la intranquilidad continuó debido a las turbulencias políticas y bélicas en Europa: tanto el Rey (Carlos IV) como su hijo (el futuro Fernando VII) habían abdicado (forzadamente) en favor de Napoleón quien a su vez había instalado a su hermano José Bonaparte, conocido por el apodo de "Pepe Botella", como rey de España. Al mismo tiempo, el ideal independentista cobraba fuerzas impulsado tanto por ideas ilustradas y liberales como por el desarrollo de sectores sociales locales independientes del patronazgo real o de su nacimiento en la península.
Patria Vieja: En la sesión del 18 de septiembre de 1810, los juntistas gritaron a voz en cuello: "¡Junta queremos! ¡Junta queremos!". El anciano Mateo De Toro y Zambrano (a la sazón de 83 años) accedió y entregó el bastón ceremonial, agregando: "He aquí el bastón. Disponed de él y del mando". Siete de los más notables vecinos de Santiago fueron elegidos a la Junta de Gobierno, incluyendo a Toro y Zambrano como Presidente. La junta reconoció explícitamente la soberanía de Fernando VII.[7] La Real Audiencia de Santiago continuó dispensando justicia en su nombre y los funcionarios del antiguo régimen (incluyendo los cargos militares) fueron confirmados en sus posiciones. La junta incluso reconoció formalmente el Supremo Consejo de Regencia de Cádiz y justifico su constitución notando "que la misma Regencia con su manifiesto de catorce de febrero último, ha remitido el de la instalación de la Junta de Cádiz, advirtiendo a las Américas que ésta podrá servir de modelo a los pueblos que quieran elegirse un Gobierno representativo digno de su confianza" (Acta de Instalación de la Excelentísima Junta de Gobierno). Ningún español o criollo, conformista o no, sufrió como consecuencia de sus ideales políticos. De esta manera, comenzó la Patria Vieja. Sin embargo esa situación era más bien confusa y no contemplaba ni resolvía el otro problema de fondo: la exclusión de la vida política de muchos del sector criollo y la totalidad del mestizaje (La población indígena no era considerada en absoluto). De hecho, el "electorado" de la época se restringía, de acuerdo al sistema político y legal de la época, al "vecindario noble", sector constituido en su mayoría por aquellos nacidos en España, los que se consideraban miembros de la nobleza y los miembros del aparato administrativo colonial a nivel local. Abusando imprudentemente de ese privilegio, el sector monarquista no creyó necesario contemplar las aspiraciones de los criollos o buscar un consenso,[8] lo que produjo una agudización de los sentimientos "exaltados" de ese sector. Esta situación se hizo obvia con la muerte de Toro y Zambrano (fines de febrero de 1811), lo que permitió que Juan Martínez de Rozas, quien llegó a ser visto como líder de los criollos, aumentara su poder, lo que le permitió promover otros criollos a posiciones de autoridad y solicitar ayuda militar a las Provincias Unidas del Río de la Plata en su lucha contra la monarquía. Bajo la influencia de Martínez de Rozas y alegando que la Junta representaba sólo a los vecinos de Santiago, se convocó a elecciones para designar un Congreso Nacional.[9] Sin embargo, y a pesar de la creciente influencia del criollismo, el sentir general todavía era de la tendencia moderada que se había hecho sentir en la elección y primeros actos de la Junta. Siendo así las cosas, es posible que la situación política se hubiera consolidado en ese compromiso, por lo menos hasta el fin de las guerras napoleónicas.
Pero la Real Audiencia consideró que la situación en general y la elección en particular eran anti-monárquicas y conspiró con el Coronel realista Tomás de Figueroa, compandante de las tropas, quien el 1 de abril de 1811 se sublevó con la intención de disolver la Junta e impedir las elecciones al Congreso.[10] El suceso, conocido como "El Motín de Figueroa", enfrentó las tropas de éste con las de del recién formado Granaderos N°1 al mando de Juan Mackenna, batiéndose en la Plaza de Armas de Santiago por lo que constituye el primer combate por la independencia de Chile. Los primeros debates del primer congreso, instaurado el 4 de julio de 1811, fueron expresión de esa situación, centrándose en dos áreas principales: el hecho que por Santiago se habían elegido a 12 diputados (cuando la convocación original fue por 6 por provincia) y una petición de la Regencia que Chile contribuyera a los gastos de la guerra contra Napoleón. Los “exaltados” lograron evitar esa remisión, argumentando que el país era pobre y necesitaba los caudales. Sin embargo, su propuesta de reconocer a Coquimbo como provincia con el derecho a elegir seis diputados fue rechazada.Esto llevó a dos movimientos con intenciones similares pero independientes entre sí. El 4 de septiembre de 1811, tuvo lugar el Primer golpe de Carrera, quien -con sólo 26 años- buscaba remover del congreso a los sectores partidarios del antiguo régimen. Al día siguiente, en la que fue conocida como la Revolución del 5 de septiembre, un cabildo abierto, organizado por los exaltados de Concepción, liderados por Juan Martínez de Rozas reemplaza a los antiguos diputados de la provincia, eligiendo “independentistas” en su lugar. Esos debates más un desacuerdo con el sector políticamente dominante dentro de ese congreso (la rama de Los Ochocientos de la familia Larraín), dieron lugar a que el 15 de noviembre de 1811, José Miguel Carrera (argumentando que el país no tenía las condiciones necesarias para una división de poderes en ramas ejecutiva y legislativa) diera otro golpe de estado que, empezando con un triunvirato, terminó dejándole el poder total.El gobierno carrerino es generalmente visto como derechamente independentista (dado que ese era el fin proclamado por él) sin embargo el punto es debatible: a pesar de que el Reglamento Constitucional Provisorio de 1812 (publicado el 27 de octubre de 1812), estipula que "ningún decreto, institución u orden que emane fuera del territorio de Chile tendrá efecto alguno, y los que intentaren darle valor serán castigados como reos del Estado",[13] el documento empieza estableciendo específicamente que Chile reconoce que "Su Rey es Fernando VII".
La situación inquietó no sólo a los chilenos, sino también al Virrey del Perú, José Fernando de Abascal y Sousa, Marqués de la Concordia (1806-1816), quien vio al mismo tiempo una oportunidad en la situación: las acciones de los Carrera habían ocasionado que la guarnición de Valdivia terminara por ponerse a las órdenes del virreinato; los miembros de la Junta de Concepción, que fue disuelta, fueron confinados cerca de Santiago, lo que fortaleció la posición de las autoridades anteriores en las provincias del sur, en su mayoría monarquistas. Abascal envió una expedición militar a cargo del militar peninsular Antonio Pareja. Este desembarcó, a comienzos de 1813, en Concepción, donde sus tropas fueron recibidas con los brazos abiertos por el Gobernador de la ciudad, un español nombrado en el cargo durante la colonia y mantenido en el cargo por el gobierno carrerino. (ver Barros Arana). La guerra por la independencia chilena había comenzado.La campaña militar continuó bajo el mando de O'Higgins (quien asumió el comando el 24 de noviembre de 1813). Gaínza, creyendo que las fuerzas patriotas serían incapaces de detenerlo debido a la falta de caballería, decidió atacar Santiago rápida y directamente, y logró cruzar el río Maule antes que O'Higgins. Éste sin embargo, con una táctica remarcable, logró cruzar el río Claro -un afluente del Maule- antes que Gaínza y atrincherándose en la hacienda Quechereguas, posicionó sus fuerzas y las de Juan Mackenna, de manera tal que le cortó el paso tanto hacia Santiago como hacia Concepción. Gaínza se vio forzado a atrincherarse en Talca donde, desprovisto de pertrechos para un sitio, se preveía su derrota.
Al mismo tiempo, en Chile, los sentimientos políticos habían cambiado como consecuencia de la guerra. Las ideas independentistas habían ganado aceptación y muchos percibieron el Tratado como una oportunidad perdida de lograr la independencia de una vez por todas. Los Carrera fueron liberados por lo realistas como una forma de sembrar la discordia entre los patriotas, cosa que lograron, ya que éstos tomaron ventaja de esta frustración y el 23 de julio dieron un nuevo golpe y se apoderaron del poder.
Esta vez el recelo de sectores de la población a las intenciones de los Carrera se concretó. Parte del gobierno civil escapó a Talca, donde solicitaron a O'Higgins que restableciera el gobierno democrático. La guerra civil parecía inminente, dado que los primeros golpes ya habían tenido lugar en el Combate de las Tres Acequias donde las tropas opuestas se enfrentaron cerca de Santiago, con una victoria relativa para Luis Carrera sobre O'Higgins. En ese entonces un mensajero llegó con una carta oficial de Abascal, el Virrey del Perú, fechada el 28 de agosto de 1814.O'Higgins no pudo detener a Osorio en la rivera del Cachapoal y se vio obligado a retroceder a Rancagua donde se atrincheró, uniéndose a una facción al mando de Juan José Carrera. Curiosamente, a éste correspondía el mando, por ser de mayor graduación que O'Higgins, pero se lo entregó a él y se quedó en la iglesia de Rancagua.

El plan era dar a las tropas comandadas por Luis Carrera (1.500 en número) la oportunidad de atacar a los españoles por la espalda. Sin embargo, José Miguel Carrera, quien tomo comando directo, ya sea malinterpretó la situación o estaba a la espera del repliegue hacia Angostura y, a pesar de que llegó a avanzar hasta muy cerca del combate, que duro dos días, no intervino. De acuerdo a fuentes independientes,[21] ese avance ocasionó que Osorio diera la orden de retirada, orden que fue rescindida cuando el ataque de Carrera no se concretó. El resultado fue el Desastre de Rancagua (1 al 2 de octubre de 1814). O'Higgins rompió el cerco a sable en una carga épica y logró escapar con alrededor de 300 hombres, mientras que loo que quedaron atrás tuvieron peor suerte: en la iglesia, habilitada como hospital, los realistas masacraron a los heridos y sólo respetarn a algunos ilustres, como Juan José Carrera.
El nuevo virrey del Perú, Joaquín de la Pezuela 1816-1821, resolvió recurrir a Mariano Osorio enviándole otra fuerza expedicionaria. Este desembarcó en Concepción y reclutó ingentes cantidades de tropas. Mientras tanto, Bernardo O'Higgins se replegaba más al norte intentando frenar de alguna manera el avance de los realistas, siendo sorprendido y ampliamente derrotado en Cancha Rayada. En la confusión, corrió el rumor de que O'Higgins había muerto y el pánico cundió entre los patriotas, muchos de los cuales se aprestaron incluso a volver a cruzar la Cordillera hacia Mendoza. En tales críticas circunstancias, Manuel Rodríguez arengó a la gente gritándoles: "¡Aún tenemos patria, ciudadanos!", y se nombró Director Supremo; duraría en el cargo exactamente 30 horas, que es el tiempo que O'Higgins empleó en regresar a Santiago y volver a hacerse del mando.

Republica de Chile
Fue un período en la Historia de Chile que se extendió entre los años 1830 y 1861, caracterizado por la hegemonía del partido conservador (pelucones) después de derrotar el 17 de abril de 1830, naciendo la República Conservadora, esta se consolida formalmente en 1831 con la elección del general José Joaquín Prieto.
José Joaquín Prieto (1831-1841), Manuel Bulnes (1841-1851), Manuel Montt (1851-1861) y a los gobiernos provisorios de José Tomás Ovalle (1830-1831) y el breve interinato accidental de Fernando Errázuriz Aldunate (1831). Todos los presidentes elegidos formalmente de ésta época fueron reelegidos, e incluso uno provisorio gobernó dos veces el país, eso sí las dos veces de facto.
José Tomás Ovalle asume la Presidencia de Chile el 1 de abril de 1830 de manera provisional debido a la renuncia de Francisco Ruiz-Tagle, su gobierno se vio marcado por la estabilización nacional y por el nacimiento del periodo al cual se refiere este artículo.

Ovalle, un joven senador era un hombre sencillo a pesar de su opulencia y no manifestaba ansias de poder, pero debido a su popularidad, todos sus intentos dguados por el congreso y asumió la presidencia más como un deber.
José Joaquín Prieto asume la Presidencia de Chile el 18 de septiembre de 1831, su gobierno marcó finalmente la consolidación conservadora y se tradujo en el orden y las obras que Ovalle no pudo realizar debido a su caracter provisional.

Entre las obras más importantes de Prieto están la Constitución de 1833, que fue el resultado de la cuestionada Asamblea llamada por Ovalle en 1830, la consolidación del orden público y la continuación del depurado del ejército.
Prieto además oficializaría los símbolos patrios y sería el artífice de varias obras públicas y mejoras viales en el país, producto del auge platero del Mineral de Chañarcillo y el aumento de exportaciones agrícolas y minerales hacia Estados Unidos.

Diversas escuelas e institutos fueron un importante legado de la administración de Prieto, contando además con la creación del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, que cumplía la función del actual Ministerio de Educación de Chile.
Manuel Bulnes asume la Presidencia de Chile el 18 de septiembre de 1841, siendo el segundo Presidente Conservador, su gobierno a pesar de ser militar fue el más pacífico de todos.

Su gobierno se inició con alta aprobación debido a ser el gran ganador de la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, las condiciones de gobierno le fueron muy favorables, Chile en auge creciente y libre de oposición relevante.
La preocupación de Bulnes se centró en cuatro pilares fundamentales: Colonización, Pacificación, Educación e Internacionalización, siguiendo una línea moderada, Bulnes elaboró en su gobierno la primera ley de colonización, destinada principalmente a la toma del Estrecho de Magallanes, por sus codiciadas guaneras y puntos estratégicos militar y comercialmente y también para apaciguar los ánimos en la llamada Araucanía.
Manuel Montt asume la Presidencia de Chile el 18 de septiembre de 1851, su gobierno estaría marcado por un irreversible declive del conservadurismo y aunque tuvo excelentes logros se vio empañado por la Revolución de 1851 antes de tomar posesión y la Revolución de 1859, además de diversas acusaciones constitucionales que apagaron la carrera del político.Montt decidió continuar la línea de su predecesor, además era el primer civil desde José Tomás Ovalle que ejercía la presidencia en el país (Errázuriz había participado en la Guerra de la Independencia de Chile), por lo que se demostraba la ya pacificada senda conservadora. Montt daría varios impulsos a la educación y la investigación, proliferando diversas mentes extranjeras en la nación, como Andrés Bello, quien aparte de ser rector de la Universidad de Chile fue el redactor del Código Civil de Chile, diversas investigaciones concluyeron en el mandato de Montt.
República Parlamentaria es un período en la historia de Chile que se extiende entre 1891 y 1925.[1] Corresponde a un régimen seudoparlamentario,[2] también caracterizado como gobierno de partido bajo formas parlamentarias,[3] entendiendo por parlamentario en su época una interpretación dada a las relaciones Presidente-Congreso Nacional en la Constitución de 1833, después de la derrota de Balmaceda en la Guerra Civil. Durante este periodo se destacó principalmente el predominio del Congreso Nacional sobre el Presidente de la República.
Los eventos que marca su comienzo es la Guerra Civil de 1891, y su fin el Golpe de Estado de 1924, que implicó la clausura del Congreso, y la promulgación de la Constitución de 1925, que estableció un régimen presidencial.Tras la derrota de José Manuel Balmaceda con la revolución en su contra, se afianzó en Chile un sistema seudo-parlamentario fuertemente basado en el sistema inglés. En un verdadero sistema parlamentario el jefe de gobierno (a éste dependiendo del país se le llama Primer Ministro, Canciller, Prem, entre otros) es determinado por la mayoría del parlamento, y usualmente pertenece a él. El Parlamento puede retirar su confianza al Primer Ministro, pero del mismo modo el Jefe de Estado puede disolver el Parlamento y llamar a elecciones de manera que la ciudadanía zanje una disputa entre el Jefe de Estado y de Gobierno.Durante el Parlamentarismo habían tres grupos sociales fuertemente marcados, la oligarquía, la clase media, llamados siúticos por la clase alta, y los sectores populares.
La oligarquía estaba formada por extranjeros, políticos, médicos, intelectuales, terratenientes, empresarios del salitre, altos mandos militares, banqueros y financistas. Ellos estaban acostumbrados a vivir en palacios y mansiones neoclásicas, y a vestir según la moda europea: los hombres usaban barba, terno y sombrero; y las mujeres se vestían con faldas largas, pañuelos y sombreros. Estos personajes leían mucho, les gustaban las carreras de caballos, admiraban el arte, lo intelectual y la carrera de Leyes.
Los sectores populares estaban formados por obreros del salitre, industriales, de obras públicas y campesinos sin tierra. Los primeros vivían en el norte, en chozas de calamina, lo que permitía variaciones de 30 grados celsius entre el día y la noche. Los segundos y terceros vivían en conventillos (grupo de piezas alineadas que daban a una calle interior, que servía de patio común) o en cuartos redondos (piezas sin ventanas ni iluminación). Y los últimos vivían en ranchos. Todos ellos eran fuertemente explotados: trabajaban sin contrato, entre 12 y 16 horas diarias, sin descanso dominical, a algunos les pagaban en fichas, lo que solo les permitía comprar en la pulpería de la oficina salitrera en la cual trabajaban.
Republica Conservadora Fue un período en la Historia de Chile que se extendió entre los años 1830 y 1861, caracterizado por la hegemonía del partido conservador (pelucones) después de derrotar el 17 de abril de 1830, naciendo la República Conservadora, esta se consolida formalmente en 1831 con la elección del general José Joaquín Prieto. José Joaquín Prieto (1831-1841), Manuel Bulnes (1841-1851), Manuel Montt (1851-1861) y a los gobiernos provisorios de José Tomás Ovalle (1830-1831) y el breve interinato accidental de Fernando Errázuriz Aldunate (1831). Todos los presidentes elegidos formalmente de ésta época fueron reelegidos, e incluso uno provisorio gobernó dos veces el país, eso sí las dos veces de facto.
 

lunes, 10 de septiembre de 2012

DESCUBRIMIENTO DE CHILE Y CABILDO ABIERTO

Descubrimiento y conquista de Chile


En Julio de 1535, salieron del Cuzco Almagro y sus hombres rumbo al sur. La caravana llegó a Tupiza, donde descansaron alrededor de dos meses preparando el resto de la expedición. Luego continuaron a Chicoana y desde allí atravesaron la cordillera de los Andes rumbo a "Chili".



El paso de la cordillera fue desastroso, testigos de la época señalaron que a muchos soldados se les congelaron los pies y a otros se les desprendían los dedos al sacarse las botas. Los mayores sufrimientos recayeron sobre los nativos que caminaban descalzos. El camino quedó plagado de cadáveres de indígenas muertos de frío. El 21 de Marzo de 1536 Almagro llegó al valle de "Copayapo", hoy denominado Copiapó, la capital de la tercera región de nuestro país. Luego avanzaron hacia el sur para instalarse en el valle del Aconcagua. Desde allí, Almagro y sus hombres salieron a buscar las riquezas que los indígenas habían asegurado que existían. Sin embargo, una de las expediciones que iba al mando de Gómez de Alvarado se enfrentó por primera vez con el pueblo mapuche, cerca del río Itata, en la batalla de Reinohuelen. Finalmente Almagro regresó a Perú y su expedición no prosperó.

Luego de la muerte de Almagro, en abril de 1539, Pedro de Valdivia era nombrado por Pizarro Teniente Gobernador de Chile. De inmediato el conquistador levantó bandera de enganche en la plaza mayor del Cuzco para inscribir a los que deseaban partir junto a él en esta nueva empresa de conquista.
A mediados del mes de Diciembre de 1540, Valdivia estaba en el Valle del río "Mapuchu", hoy el lugar que ocupa Santiago, la ciudad capital de Chile.



El primer campamento de los españoles se levantó en dicho territorio y, al mismo tiempo, Valdivia organizaba grupos de reconocimiento del lugar y establecía relaciones con los picunches, habitantes del valle, quienes aparentemente tenían una actitud pacífica.

Valdivia decidió fundar Santiago en medio de un pequeño terreno rodeado por dos brazos del Mapocho y a los pies del cerro que los indígenas llamaban "Huelén" y que hoy conocemos como Santa Lucía. Este lugar le pareció perfecto para sus intenciones; era protegido, tenía agua suficiente para los cultivos, tenía un pequeño cerro que permitía la vigilancia de todo el valle, y además, gozaba de un clima muy parecido al de España, lo que gustó mucho a Valdivia y a sus hombres.

Descripción exacta, breve y completa del Nuevo Mundo y Perú es el nombre de esta carta realizada en 1554 por el cosmógrafo Jean Bellére. Por primera vez se denomina Chile a un extenso territorio. Se muestra la extensión de la Cordillera de los Andes.
Los pueblos originarios, totalmente descontentos con la conquista española, comenzaron a atacar las zonas en que los españoles sacaban oro y mantenían sus chacras: atacaron Con-Con y, en septiembre de 1541, Michimalonko organizó un fuerte ataque a la ciudad de Santiago, donde los españoles fueron derrotados y la pequeña aldea, fundada algunos meses atrás, completamente destruida.



El Cabildo Abierto del 18 de septiembre de 1810


El juramento de los nuevos gobernantes estaba concebido en estos términos: "¿Jura usted defender la patria hasta derramar la última gota de sangre, para conservarla ilesa hasta depositarla en manos del señor don Fernando VII, nuestro soberano, o de su legítimo sucesor; conservar y guardar nuestra religión y leyes; hacer justicia y reconocer al supremo Consejero de Regencia como representante de la majestad Real?".

Según la costumbre, a los Cabildos Abiertos sólo eran convocados los vecinos de "importancia", en esta ocasión las 450 esquelas de invitación decían: "Para el día 18 del corriente, espera a usted el muy ilustre señor Presidente con el ilustre ayuntamiento en la sala real tribunal del Consulado, a tratar de los medios de seguridad pública, discutiéndose allí qué sistema de gobierno debe adoptarse para conservar siempre estos dominios al señor don Fernando VII".

Todos los acuerdos se tomaron por unanimidad, y hasta los nombramientos de los dos últimos vocales de la Junta Provisoria de Gobierno fueron hechos por mayorías abrumadoras, sin que se notasen voces discordantes, especialmente después de los elocuentes discursos de Argomedo y de Infante. Lo que tal vez por entonces no sabían los opositores al nuevo sistema, era que gran parte del éxito se debió a la cuidadosa selección en el reparto de las invitaciones para asistir al Cabildo: de las 450 esquelas enviadas, casi todas lo fueron a criollos de reconocida tendencia libertaria, y sólo 14 llegaron a manos de españoles peninsulares.

Tras la votación el gobierno quedó conformado por Mateo de Toro y Zambrano, presidente; el Obispo de Santiago José Antonio Martínez, como vicepresidente; el consejero de Indias Fernando Márquez de la Plata, primer vocal; Juan Martínez de Rozas, segundo vocal; Ignacio de la Carrera, tercer vocal; como secretarios Gaspar Marín y José Gregorio Argomedo. Luego fueron incorporados Francisco Javier Reina, Juan Enrique Rosales.
El juramento de los nuevos gobernantes estaba concebido en estos términos: "¿Jura usted defender la patria hasta derramar la última gota de sangre, para conservarla ilesa hasta depositarla en manos del señor don Fernando VII, nuestro soberano, o de su legítimo sucesor; conservar y guardar nuestra religión y leyes; hacer justicia y reconocer al supremo Consejero de Regencia como representante de la majestad Real?".

El primer acuerdo del Cabildo santiaguino, tomado exactamente una semana después, fue fijarle un sueldo a la Junta!: "Considerando... que el día 18 del presente... resultó la instalación de una Junta Provisoria de Gobierno, a nombre de nuestro adorado monarca don Fernando VII... ; resultó la pluralidad por que al Sr. Presidente de la Excma. Junta se le asignasen seis mil pesos anuales, tres mil a cada uno de los señores vocales que la componen y dos mil a cada secretario".